Escucha activa II. Pautas
¡Buenos días!
Como dije en mi anterior entrada, hoy toca trabajar la escucha activa. En el anterior post la evaluamos, y hoy nos ponemos manos a la obra con ello.
En primer lugar, vamos a apuntar las características más generales que hay que tener en cuenta antes de comenzar la escucha activa:
- Evitar juzgar. Sí, aunque nos cueste más de lo que creemos reconocer que juzgamos a las personas con mucha más facilidad de la deberíamos, solemos hacerlo. Tenemos que ser conscientes de que una persona puede hablarnos para expresarse, no para recibir en sus hombros el peso de otra persona juzgándole.
- Nada de consejos. Relacionado con el anterior, solemos creernos los más sabios del mundo en determinados temas, tendiendo siempre a decirle a la otra persona qué debería hacer en los distintos casos. Por supuesto que está bien dar consejos, pero no de manera desmesurada y ante cualquier situación, y mucho menos haciendo creer a la otra persona que tenemos cierta superioridad debido a que hemos experimentado esa situación, que la conocemos por otra persona, o que simplemente se debe orientar dicho problema en una determinada dirección porque es lo más sensato o correcto (Porque que sea sensato o correcto solo depende del modo en el que se mire, y, en ese momento, solo te estás valiendo de tu perspectiva)
- Lenguaje corporal abierto. Evita cruzar piernas y brazos, puesto que da sensación de "persona cerrada". La expresión facial es muy importante, y puedes asentir ante algunos comentarios, o incluso levantar las cejas en señal de expectación ante lo que la otra persona te cuenta. Nuestro cuerpo debe comunicarle a la otra persona que le estamos escuchando.
- Adiós interrupciones. No, no consiste en que sea un monólogo por parte de la otra persona. Debemos interrumpir lo menos posible, puesto que la otra persona se está expresando, y necesita tomarse su tiempo y su ritmo para hacerlo. Sin embargo, esto no significa que debamos estar callados y únicamente recibiendo información, sino que la otra persona debe de obtener algún feedback.
- REFLEJAR. Las técnicas de reflejo incluyen: destacar y reconocer los sentimientos expresados, repetirlos y reformularlos, resumir el contenido de lo que se ha dicho. Un ejemplo de esto sería: "Entiendo que te sientes culpable, y lo que quieres decirme es que crees que no apoyaste lo suficiente a tu amigo Carlos cuando discutió con su pareja".
- REFORMULAR (Paráfrasis). Reflejo de sentimientos. Repite la esencia de lo dicho por el orientador, sintonizando con el contenido emocional.
- RESUMIR. Para ello se necesita: comprender lo que se ha dicho, seleccionar adecuadamente los temas y elementos clave, y expresar estos temas de manea directa, clara y empática.
Ahora, tu acompañante (o tú, da igual el orden) debe estar un minuto hablando sobre lo que él/ella quiera, mientras que el otro no debe interrumpirle, cuente lo que cuente. La otra persona debe permanecer un minuto callado, escuchando e interiorizando todo lo que el otro cuenta. Cuando termine, será el turno de la persona que escuchaba. El proceso sería el mismo. Ahora es la persona inicialmente habladora la que escuchará durante un minuto entero sin interrumpir a su compañero. Una vez finalizado, cada uno de vosotros hará una conclusión o realizará comentarios sobre lo escuchado por parte del otro, utilizando alguna de las técnicas anteriormente expuestas. Hay que tener en cuenta que por realizar este ejercicio una vez no te conviertes en un maestro de la escucha activa, ni tampoco la escucha activa consiste únicamente en esto, pero es un primer paso, así que deberías llevarlo de vez en cuando.
En mi caso, debo admitir que este ejercicio me costó más de lo que creía. Y, por supuesto, la parte que me resulto más difícil fue la de escuchar a mi compañera. Tenía que retenerme a mí misma para no interrumpirla, comentar algo o decirle en qué estaba equivocada. Parece sencillo y durante un solo minuto, pero no es a lo que estamos acostumbrados, así que puede parecer una eternidad.
Con respecto a las pautas para la escucha activa, tengo que decir que, especialmente la de asentir e intentar transmitir corporalmente interés hacia lo que me están contando, llevo practicándolo bastantes años. Comencé cuando vi a una profesora que transmitía esa capacidad de escucha activa, y yo sentí que de verdad se interesaba por lo que le contaba. Luego, reflexionando, me di cuenta que solo por el hecho de ir asintiendo con mi relato, me sentía más cómoda, así que intenté implantarlo en mi vida. No puedo asegurar que lo haga ante todas las ocasiones que requerirían ese aspecto, pero desde luego lo intento. Ahora que he estudiado y analizado el resto de pautas, intentaré también ponerlas en práctica, a ver cual es el resultado. ¿y vosotros? ¿os atrevéis a escuchar activamente?
¡Buen día!
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