La escalera de la felicidad

¡Buenos días!

Hoy vamos a trabajar sobre la felicidad, y sobre qué es para cada uno de nosotros ese concepto. Para ello, vamos a hacerlo a través de una actividad que se denomina "La escalera de la felicidad". Este ejercicio lo podemos encontrar en el libro "Aplicaciones Educativas de la Psicología Positiva" de Agustín Caruana Vañó.

Esta es la escalera que propuso Fidel, un amigo del autor del libro. ¿Te sientes identificad@? Es más, ¿podría ser universal? Aunque pueda haber opiniones de todo tipo respecto a este ámbito, es sencillo de comprobar, y, de hecho, en mi clase se hizo. ¿Cómo? Preguntando a cada persona qué escogería como escalera de su escalera personal de la felicidad.

En los estamentos más bajos se encuentran los ámbitos más básicos, pero a la vez aquellos que suelen estar más presentes en la vida diaria. Sin embargo, los más altos, lo más difíciles de alcanzar, son lo que diferencian a una persona que realmente es feliz de la que lo aparenta.

Con relación a mí, también llevé a cabo el ejercicio, y mi escalera quedó constituida así:

  1. El sueño, el descanso: a parte de la íntima confesión de que me encanta dormir, creo que tener un sueño reparador es fundamental. Es cierto que hay ocasiones en las que dormimos menos durante una temporada (podemos mencionar la típica época de exámenes), pero no constituye una falta de sueño profunda. De hecho, personas a las que le cuesta dormir, o aquellas que tienen un insomnio crónico, aseguran que se llega a sentir dolor físico ante la falta de sueño.
  2. La alimentación: junto con el sueño, se necesita estar alimentado de manera decente para poder disfrutar de la vida. Carecer de determinados nutrientes afecta a nuestro organismo, y, de igual manera, a nuestro bienestar psicológico.
  3. El humor: me encantaría ponerlo en primera posición, pero siendo realistas creo que se necesita una base en las necesidades orgánicas humanas. Pero, por supuesto, el humor debe estar entre los puesto más básicos de esta escalera. Reír nos alarga la vida, así como mantenerse relajado y en un ambiente agradable. Y, por supuesto, si el humor se comparte con los demás, la sensación es mejor aún. 
  4. Ejercicio físico: Tal y como decía Tal-Shahar en una entrada anterior, parece que aun no somos conscientes de los enormes beneficios del ejercicio físico, y no solo a nivel orgánico, sino también mental. Sí, correr y hacer abdominales ayuda a nuestro cerebro. Por ello, debido a los beneficios tanto físicos como mentales que produce, deber ser una tarea básica en nuestra vida, y más aún con los diferentes tipos de ejercicio físico que existen.
  5. Disfrutar del presenta: Si cumpliésemos los niveles anteriores, tendríamos una adecuada salud física y estaríamos potenciando la mental, así como implantaríamos el humor en todos los ámbitos de nuestra vida. Entonces, ¿qué deberíamos hacer? ¡Disfrutar del momento! A menudo cometemos el error de mirar al pasado o presagiar el futuro, y no nos dedicamos tanto como deberíamos a aprovechar la vida que está ocurriendo en este momento. Por ello, tiene que ser otro de las metas a seguir para conseguir la verdadera felicidad. 
  6. Autocontrol: seguramente, relacionado con el anterior estamento, somos difíciles de controlar, especialmente cuando hablamos de los pensamientos. Sin embargo, deberíamos tener la suficiente capacidad de controlarnos y guiarnos a nosotros mismos, para dirigirnos al lugar que queramos ir, o al que sea más adecuado para nosotros en ese momento. 
  7. Metas Personales: Vistas como muy lejanas en algunas ocasiones, y casi imposibles en otras. No es fácil lograr muchas de las metas personales que nos planteamos, y más cuando son a largo plazo y no sabemos qué nos deparará el futuro, pero, desde luego, la satisfacción que conseguimos cuando las logramos, es uno de los claros componentes de la felicidad. 
  8. Pensamiento Positivo: A partir de este nivel, seguramente las acciones que se deban llevar a cabo para conseguir estos estamentos las consideremos muy difíciles. En cuanto al Pensamiento Positivo, creo que es debido a que no sabemos como potenciarlo, a que no nos han enseñado las estrategias para extraer sus beneficios. Espero que, gracias a la expansión de la Psicología Positiva, podamos considerar este nivel como uno de los menos difíciles de alcanzar, puesto que es realmente necesario.
  9. Autoconocimiento: Cuando trabajo el autoconocimiento, siempre me acuerdo de una situación con mi madre. Sinceramente, no recuerdo en que consistía la ocasión, pero me aseguró que no iba a realizar algo. La verdad es que no era una meta o un propósito, simplemente una actividad liviana que se había convertido en el objeto de la broma entre mi familiar y yo. Para mí, claramente iba a realizar la acción, y más aún cuando ella me había asegurado que no acabaría haciéndolo, que me conocía demasiado. ¿Quién tuvo razón? Efectivamente, yo NO. ¿Cómo podemos convivir con nosotros mismos durante 24 horas al día, todos los días de nuestra vida, y que sean otros los que mejor nos conocen? Creo que es altamente difícil llegar a conocerse bien, pero de la misma manera, creo que es una de las metas más satisfactorias. 
  10. Amarse: el escalón por excelencia. ¡Cuánto nos cuesta! En la mayoría de las ocasiones, somos demasiado duros con nosotros mismos, e incluso rencorosos. Creo que es la meta por excelencia de muchas personas, e incluso de los típicos propósitos de años nuevo. No sabemos si lo cumpliremos a lo largo de los siguientes 365 días, pero os aseguro que el nivel de felicidad que nos proporciona, es plena. 
Aquí os he dejado mi escalera de la felicidad. Sin embargo, esta actividad es mucho más rica si la compartís con otros compañeros, amigos, familiares u otras personas. ¿Os atrevéis? A lo mejor, incluso, acabáis cambiando niveles en los escalones. Nunca se sabe.

¡Hasta la próxima!

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