Más felicidad
Uno de los cursos más demandados en la prestigiosa Universidad de Harvard es el impartido por Tal Ben Shahar, profesor y escritor de origen israelí que en sus clases magistrales enseña a los jóvenes de Harvard cómo ser más felices según los últimos avances de la Psicología positiva. No sé os sonará o le recordaréis, pero hace poco comenté una conferencia suya, en entradas anteriores.
Según Ben Shahar, estas clases, que se centran en la felicidad, la autoestima y la motivación, les da a los estudiantes herramientas para conseguir el éxito y encarar la vida con más alegría (recogidas en su último libro Practicar la felicidad), y destaca 13 tips de gran utilidad para mejorar la calidad de nuestro estado personal:
Practicar algún ejercicio, es el mejor antídoto contra la tristeza y el estrés.
Desayunar es clave para pensar, tener energía y cumplir con todas las actividades del día.
Agradecer a la vida lo bueno que tenemos nos ayuda a enfocarnos en lo positivo de nuestra existencia.
Ser asertivo está demostrado que ayuda a mejorar la autoestima y la autoconfianza.
Gastar tu dinero en experiencias y no en cosas te hará más feliz.
Enfrentar tus retos sin postergar te liberará de estrés y tensión innecesaria.
Llenar tus día de cosas bonitas aumentará tu motivación y te recordará las cosas que de verdad importan.
Ser amable con quiénes te rodean y sonreír a menudo mejorará tu estado de ánimo.
Usar zapatos cómodos es de vital importancia para no estar de mal humor.
Cuidar la postura (Caminar recto con los hombros ligeramente hacia atrás y la vista hacia el frente) ayuda a mantener un buen estado de ánimo.
Escuchar música aumentará tus ganas de cantar y bailar, y en consecuencia tu alegría.
Llevar una dieta saludable tendrá un impacto muy positivo sobre tu estado de ánimo.
Ponerse guapo para sentirse atractivo es una de las variables que más feliz hace a la gente según algunos estudios.
Algunos de estos consejos ya se recogieron en la entrada anterior, pero otros que no aparecían, ¡son igualmente interesantes!
Muchos influyen más de lo que creemos. Por ejemplo, con relación al último, es cierto que cuando nos arreglamos no sentimos mejor, más atrevidos e incluso nuestra autoestima aumenta ¡Directamente! Visto desde fuera, es muy curioso.
Desayunar de manera correcta también ayuda. Personalmente, me cuesta desayunar por las mañanas después de toda una noche en reposo. Sin embargo, es cierto que noto que cuando desayuno mejor, tengo más energía durante el resto del día, lo que lleva a sentirme más realizada.
Sobre "enfrentar tus retos sin postergar", debo decir que me recuerda inmediatamente a mi profesor de Lengua y Literatura de primero de Bachillerato. El primer de clase, se presentó y escribió la palabra: PROCRASTINACIÓN. Nos preguntó si sabíamos que era, y no supimos contestarle. Cuando nos lo explicó, me reí por mis adentros por existir una palabra específica y aparentemente tan culta para explicar lo que hacemos más de lo que nos gustaría: aplazar todo lo posible nuestras obligaciones. Así, acabamos agobiados cuando llega un punto de desbordamiento al unirse todos nuestros compromisos. Sin embargo, en el momento en el que lo realizamos, nos sentimos mejor. Nos quitamos un peso de encima. Entonces, ¿por qué alargarlo?
Se podrían comentar todos los que aparecen, pero, ¿por qué no intentas llevarlos a cabo, y luego reflexionas por qué han funcionado? Seguro que es una manera de interiorizar sus beneficios aun más.
¡Hasta la próxima!
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